Queridos papi y mami: Me siento muy contento de que me hayan seleccionado para formar parte en uno de los equipos deportivos del colegio. Hay un grupo de personas que se esfuerzan para estemos contentos y nos enseñan muchas cosas, no solo relacionado al juego de pelota sino también, con el desarrollo de nuestra personalidad. Hay una gran camaradería entre los compañeros de juego. A veces ganamos y a veces perdemos, pero siempre procuramos hacer lo mejor posible. SOLAMENTE FALTA ALGO....TU.
A veces me siento muy triste cuando veo a los padres de mis compañeros y no te veo a ti, ni a mami. Siento envidia cuando a mis amiguitos los aplauden sus padres y les gritan palabras de estímulo y tú no estás allí para hacer lo mismo conmigo. Qué triste me siento cuando cometo errores y todos me abuchean y tú no estás allí para consolarme. Qué triste me siento cuando hago una buena jugada y no puedo buscarte con la mirada para que te sientas orgulloso de mi. Yo sé que tienes muchas obligaciones, que tienes mucho trabajo, y que te esfuerzas por tenerme todo lo que necesito, pero quisiera que estés allí conmigo. Que goces mis triunfos, que sufras mis fracasos. Qué divino sería que cuando mi equipo ganara, tú me abrazaras y me felicitaras. Qué divino sería si cuando mi equipo perdiera tú fueras de los primeros en consolarme a seguir adelante. Un día yo creceré y me convertiré en adulto y ya entonces tú no tendrás la oportunidad de compartir mis triunfos de niño y adolescente. Por eso te pido que me acompañes al parque, porque yo sé que junto a ti tendré más fuerzas para triunfar. Con tu ayuda y mi esfuerzo se que triunfaré. Te espero en el próximo juego. TE ADORA, TU HIJO.